martes, 27 de septiembre de 2011

El robot



El robot pareció adquirir conciencia de sí mismo. Lo comprendí en el brillo maléfico de sus foquillos, despidiendo miradas que me veían.
Las miradas intensas me traspasaron al ser devueltas por el espejo ante el que yo estaba, obedeciendo a la orden de observarme en esa superficie desde la cual me veía el otro robot.

Nicio de Lumbini